“Cuando uno adelanta una experiencia de servicio a los demás, de aliviarles su dolor, se genera gratitud y afecto”, dice Vladimir Morán Montenegro, médico y ginecólogo de origen nariñense. El profesional, de gran aceptación en la comunidad del sur, es claro al manifestar que los jóvenes “deben elegir carreras que los hagan sentirse bien, música, arte, arquitectura, medicina, derecho; lo que quieran, pero que les guste. Cuando se lo piensa desde la parte económica, generalmente hay frustración”, advierte.
Vladimir Morán es docente en la Universidad de Nariño, en la Universidad Cooperativa, sede Pasto, lleva 18 años de trabajo y 15 en la Universidad Fundación San Martín. Realizó sus estudios en la Universidad Central de Quito y, desde su niñez contó con el apoyo de sus padres para adelantar estudios superiores; obtuvo una beca para estudiar medicina en la entonces Unión Soviética, pero por ser menor de edad no pudo concretar esa oportunidad.
Su experiencia como académico y profesional de la medicina le ha brindado importantes satisfacciones, pues considera que la gratitud por un acto de atención médica es reconfortante. Piensa que la gente de la zona andina debe ser optimista, la capacidad intelectual es buena y los jóvenes deben buscar sus oportunidades.
“Eso demanda un poco de esfuerzo, estudiar, obtener buenas pruebas Saber”, dice Morán quien destaca los logros de algunos jóvenes que concluyen sus estudios de pregrado e inmediatamente inician especializaciones en universidades públicas.
Con sus hijas, también profesionales, hace empresa para ayudar a generar empleo en la región y trabaja en el diseño de la especialización en ginecología de la Universidad Cooperativa y paralelamente fortalece la Unidad de Alta Dependencia Obstétrica, la primera en el suroccidente; no la tiene Cauca ni Putumayo y hoy, en Pasto, esa unidad especializada atiende a embarazadas de alto riesgo.
Nacido en el Municipio de Pupiales, en la frontera con el Ecuador, Vladimir Morán Montenegro es un profesional disciplinado, íntegro, que le apostó al estudio y con él alcanzó la competitividad y la sapiencia que se requieren para emprender grandes proyectos. Un ejemplo para jóvenes de hoy que buscan oportunidades de estudio y trabajo en un mercado cada vez más exigente.
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